APROVECHA EL TIEMPO: Disfruta el arte de la organización
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Para poder planificar y organizar mejor tus tareas, voy a pedirte simplemente que tengas a tu alcance dos herramientas: una agenda y una lista de tareas.
Si eres de los que les cuesta instaurar hábitos, intenta propiciar el ambiente para que se den. Por ejemplo, a mí me ayuda a estar más concentrada el hecho de tener mi espacio de trabajo limpio, ordenado, con el material que necesito siempre accesible y el móvil fuera de la vista. Mi mente automáticamente asocia este espacio al trabajo y la concentración y me permite tener unos hábitos más estables y sin esfuerzo. El ambiente hace más fácil que consigamos nuestros objetivos y mantengamos un sistema de hábitos en el tiempo. Siempre intento que mis espacios estén bien diferenciados para propiciar el ambiente de realización de cada uno de ellos: trabajo en el despacho, descanso en el dormitorio, ocio en el salón, comidas en el comedor, deporte en la calle o el gimnasio… Pero entiendo que esto no siempre va a ser posible por temas de espacio, organización, etc. Si compartes espacio para varias tareas, intenta que se realice desde perspectivas diferentes, sentado en sillas diferentes, etc. Siempre que sea posible, intenta que cambie tu espacio cuando cambies de tipo de tarea, esto de ayudará a estar enfocado o enfocada.
a) Establece un día concreto para realizar actividades recurrentes.
Por ejemplo, establecer un día concreto para hacer la compra o para hacer la limpieza general de la casa. De esa manera te aseguras de que siempre vas a tener el hueco para realizarlo y no lo vas a posponer.
En mi caso concreto, vamos al supermercado los jueves, porque es el día que más nos funciona a nosotros por distintos motivos. Eso quiere decir que antes del jueves debemos tener claro qué es lo que vamos a comprar y, para ello, elaboramos el menú semanal tras revisar qué tenemos en la nevera y el congelador. Obviamente no preparamos la lista de la compra a una semana vista porque a lo mejor hay productos que no se gastan o puede haber cambio de planes por salir a comer fuera…Normalmente el miércoles antes reviso qué hay en la nevera y, en base a lo que hay establezco el menú semanal. Por otro, tengo una lista con los productos que compramos habitualmente (lácteos, huevos, etc.) a la que añado los ingredientes necesarios para esa semana concreta. Si hay algún producto de larga duración (detergente, jabón para los platos…) que se está acabando, lo incluyo en una nota en la pizarra de la cocina para poder añadirlo como extraordinario cuando termine la lista. Es decir, tengo la lista fija a la que añado dos elementos: productos concretos para hacer el menú y productos de larga duración anotados en la pizarra de la cocina.